El pasado 2 de junio se conmemoraron dos años desde la firma del Acuerdo de Venecia, un pacto global que reconoce la importancia crucial de las turberas y establece estándares para su conservación, educación ambiental, arte, planificación territorial y gobernanza. Las turberas, un tipo de humedal capaz de acumular tejido de plantas en forma de suelo orgánico rico en carbono, juegan un papel vital en la absorción de agua y la retención de gases de efecto invernadero.
En este contexto, el pasado sábado 25 de mayo se celebró en el Museo Territorial Yagan Usi-Martín González Calderón de Puerto Williams un Taller Local para la Protección de Turberas, evento que culminó con una salida a terreno en el Humedal Huairavos de la ciudad. En el taller se discutieron conceptos de ecología y conservación de turberas dominadas por Sphagnum magellanicum, más conocido como musgo pompón. Con la colaboración de Miguel Troncoso y Valeria Gómez del Comité Ambiental Comunal de Puerto Williams, se desarrollaron infografías y postales que destacaron las especies y sus roles en este ecosistema característico de la Patagonia Austral.
Los asistentes al taller se informaron sobre el Acuerdo de Venecia, firmando simbólicamente en apoyo a la próxima reunión global que se realizará en Portugal el 2 de junio de este año. También tuvieron la oportunidad de aclarar dudas y comentar la importancia de las turberas y los beneficios que aportan a las comunidades humanas y no humanas a nivel local y global.
El recorrido por el humedal urbano Huairavos, un turbal de musgo pompón, permitió a los participantes reflexionar sobre las particularidades ecológicas de este hábitat y proponer acciones ciudadanas e institucionales para su protección. Lorena Saavedra Aracena, Presidenta del Comité Ambiental Comunal de Cabo de Hornos, destacó la importancia de generar vínculos con la comunidad y otras entidades para valorar y proteger el entorno natural.
El investigador Roy Mackenzie, quien formó parte de la organización del taller, explicó los conceptos básicos para entender este complejo tipo de humedal. "Las turberas están formadas por tres pilares fundamentales: la vegetación, el agua y la turba. Estos componentes se encuentran en un frágil equilibrio ecológico muy fácil de romper y muy difícil de recuperar; la sobreexplotación de cualquiera de estos genera un efecto dominó sobre los servicios ecosistémicos que prestan las turberas".