El Servicio de Evaluación Ambiental (SEA) de Magallanes ha solicitado a la empresa HIF Global—de capitales alemanes, estadounidenses, japoneses y chilenos—la presentación de una nueva Adenda complementaria a su Estudio de Impacto Ambiental (EIA) para la Planta de Combustibles Carbono Neutral Cabo Negro.
La empresa tendrá plazo hasta el 29 de abril, con posibilidad de dos prórrogas, para realizar los ajustes solicitados antes de avanzar a la siguiente etapa, en la que el SEA elaborará el Informe Consolidado de Evaluación (ICE). Este documento contendrá la evaluación y recomendaciones del organismo, información clave para que la Comisión de Evaluación Ambiental decida aprobar o rechazar el proyecto.
Si bien la ley permite la reapertura de la Participación Ciudadana si hay modificaciones sustantivas en el proyecto, el SEA optó por no activar esta instancia en esta oportunidad.
No obstante, el Panel Ciudadano sobre Hidrógeno en Magallanes—una red de organizaciones independientes que fiscaliza proyectos energéticos—considera que algunos de los cambios en el estudio ambiental sí justificaban una nueva consulta pública.
Según el artículo 92 del Reglamento DS 40, la participación ciudadana debe abrirse nuevamente si hay alteraciones significativas en la ubicación, impacto o duración de las obras. Para los representantes del Panel Ciudadano, las modificaciones introducidas por HIF Global cumplen con estos criterios.
El proyecto ha experimentado cambios relevantes, entre los que destacan:
- Aumento en la superficie del proyecto: pasó de 59,97 hectáreas a 74,15 hectáreas, un incremento del 24%.
- Extensión del período de transporte de carga sobredimensionada: inicialmente proyectado en 5 meses, ahora se extenderá por 18 meses, triplicando el tiempo de impacto en la ruta que conecta Punta Arenas con el aeropuerto y el norte de la región.
- Mayor afectación en tránsito y calidad de vida: el aumento en la actividad de transporte incrementará la congestión vehicular, el ruido y la emisión de polvo, afectando a quienes circulan por la principal vía de la región.
Desde el Panel Ciudadano sobre Hidrógeno en Magallanes, señalaron que estos cambios afectan directamente a la comunidad y que se debió respetar su derecho a analizar y participar en un nuevo proceso de consulta. “Consideramos que la prolongación del impacto generado por el transporte, así como el aumento en la superficie del proyecto y la redistribución de obras, representan modificaciones sustantivas al estudio inicial. Por lo tanto, la comunidad magallánica debía haber tenido la oportunidad de participar nuevamente en la consulta pública”, manifestaron.