La movilización, que incluye a gremios docentes, funcionarios municipales y asistentes de la educación, busca denunciar el agobio, acoso, maltrato y agresiones que enfrentan diariamente los educadores.
Alicia Aguilante, Presidenta del Regional del Colegio de Profesoras y Profesores de Magallanes, confirmó la adhesión al paro, resaltando el creciente malestar entre los docentes debido a situaciones de abuso y falta de apoyo tanto por parte de jefaturas y autoridades como de apoderados y alumnos.
En las últimas horas, la paralización ha ganado respaldo adicional con la incorporación de los funcionarios municipales de la educación agrupados en la Confederación Nacional Funcionarios de Educación Municipal (CONFUCEM), así como los asistentes de la educación organizados en la Federación Nacional de Asistentes de Educación Pública (AEFEN) y los estudiantes de las Pedagogías de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso (PUCV).
Razones del paro nacional
El llamado a paro responde a una serie de problemas que afectan al gremio docente a nivel nacional. Entre ellos destacan el agobio y maltrato que han llevado a la pérdida de Katherine Yoma y Albano Muñoz, dos colegas, víctimas de agresiones y acoso laboral.
El profesorado también critica la Evaluación Docente, que se considera excesivamente exigente y mal gestionada, así como la falta de pago puntual de sueldos y cotizaciones, el retraso del pago del Bono al Incentivo al Retiro, la falta de material pedagógico, el desvío de recursos educativos y las deficiencias en la infraestructura escolar.
Otro punto crucial en la protesta es la llamada Deuda Histórica, que afecta a más de 60 mil docentes con pensiones insuficientes desde hace 43 años. Es por eso que el paro del 7 de agosto busca visibilizar estos problemas y promete ser un evento significativo en la región y a nivel nacional.
