Este domingo, la Iglesia Católica lideró la conmemoración de los 40 años del Tratado de Paz y Amistad entre Chile y Argentina, en una ceremonia solemne realizada en el Monumento al cardenal Antonio Samoré, ubicado en la intersección de Avenida Colón con Lautaro Navarro, en Punta Arenas.
El acto recordó el trascendental papel de mediación del cardenal Samoré en el conflicto limítrofe que enfrentó a ambas naciones por la soberanía de las islas Picton, Nueva y Lennox, junto a los espacios marítimos circundantes. Este tratado puso fin a una de las tensiones más significativas en la historia reciente de Chile y Argentina, marcando un hito en la diplomacia y la paz en la región.
Diversas autoridades civiles, militares y religiosas participaron en el evento, incluyendo al gobernador regional de Magallanes, Jorge Flies, y al delegado presidencial regional, José Ruiz. Asimismo, el cónsul de Argentina en Punta Arenas, Germán Domínguez, resaltó la importancia de este aniversario como una oportunidad para reflexionar sobre la necesidad de preservar la paz y la amistad entre ambos países.
Estudiantes de diferentes establecimientos educacionales de Punta Arenas también se hicieron presentes, destacando el compromiso de las nuevas generaciones con el legado histórico del acuerdo.
El busto de Antonio Samoré, que presidió la ceremonia, es un recordatorio del rol crucial del cardenal en evitar un conflicto armado y sentar las bases para una relación binacional basada en el entendimiento mutuo.