Un grupo de apoderadas denunció públicamente graves situaciones de bullying físico y psicológico que estarían afectando a dos alumnas de tercer año básico en la Escuela La Milagrosa. Los hechos, según relataron las madres, se arrastran desde el año pasado y habrían involucrado incluso a una asistente técnico del establecimiento.
Las denuncias apuntan a una serie de agresiones continuas por parte de otros estudiantes, como golpes, burlas, aislamiento durante los recreos e incluso cortes de cabello a las niñas. A ello se suma el testimonio de una madre que acusa a una funcionaria del establecimiento de haber sujetado con fuerza del brazo a su hija durante una salida escolar y de realizar “bromas” inadecuadas al hermano mayor de la niña.
“Nos dijeron que eran juegos entre niños. Pero esto no es un juego, es bullying. Se está normalizando demasiado y los colegios no están tomando medidas reales”, sostuvo una de las apoderadas, quien relató también la falta de apoyo psicológico y pedagógico a su hija.
Pese a los reiterados intentos de contacto con la dirección del colegio, las madres aseguran no haber recibido respuestas concretas ni soluciones. “La directora no tiene tiempo para hablar con nosotros, ni siquiera responde los correos”, expresó otra de las denunciantes.
Las consecuencias emocionales de las niñas han sido severas. Una de ellas tuvo que ser retirada del colegio en noviembre del año pasado debido a crisis de ansiedad y malestares físicos asociados al estrés. Este 2025, al intentar reinsertarse en las clases, volvió a presentar síntomas similares.
“La niña fue una semana y retrocedió todo lo avanzado con la psicóloga. Ver a la misma técnico del año pasado la descompone, se pone nerviosa, y me llaman por dolores de estómago”, relató su madre, quien debió recurrir a atención psicológica particular ante la falta de apoyo institucional.
El equipo de ITV Noticias acudió hasta la Escuela La Milagrosa para obtener una versión oficial de los hechos, pero desde el recinto declinaron emitir declaraciones o comunicados al respecto.
Las familias afectadas exigen una respuesta clara de las autoridades del establecimiento y mayor compromiso con la protección de los derechos de los estudiantes. Aseguran que el bullying no ha sido contenido y que las consecuencias continúan afectando la salud emocional de las niñas.