Cuatro internos del penal de Punta Arenas fueron condenados a penas efectivas de cárcel y multas tras ser denunciados por Gendarmería debido a una serie de incidentes ocurridos el 23 de diciembre del año pasado. Los involucrados, según informó La Prensa Austral, identificados como Jonathan Freddy Romero Carvajal, Kevin Alonso Sánchez Vergara, Sebastián Alejandro Fernández Chaval y José Miguel Orellana Cortés, protagonizaron actos violentos y el uso indebido de un teléfono celular al interior del recinto.
Durante una ronda rutinaria en el módulo C-1 del penal, funcionarios de Gendarmería sorprendieron a Kevin Sánchez utilizando un celular, cuyo uso está estrictamente prohibido en las cárceles. Simultáneamente, Jonathan Romero fue observado golpeando con un fierro un lavamanos que conecta con el shaff de un baño, causando daños.
Al intentar controlar la situación, los gendarmes enfrentaron resistencia violenta. Jonathan Romero agredió a los funcionarios y amenazó de muerte a dos de ellos, mientras que José Orellana y Sebastián Fernández instigaron a otros internos del módulo a generar desórdenes. Ambos lanzaron agua caliente y objetos contundentes contra el personal, agravando la tensión.
Gracias al rápido accionar de los funcionarios, se logró contener el incidente y reducir a los internos involucrados, pese a las amenazas y agresiones. Los hechos fueron denunciados por Gendarmería, y las pruebas presentadas en el juicio resultaron determinantes para las sentencias.
Los cuatro internos enfrentaron cargos por violencia contra funcionarios de Gendarmería, amenazas y daños al interior del recinto penitenciario. Las penas incluyen prisión efectiva y multas, reflejando la gravedad de los hechos y la firmeza de la justicia en garantizar la seguridad dentro de los recintos penitenciarios.