Este viernes comenzó el juicio oral por un caso que en un inicio fue catalogado como lesiones mutuas, pero que tras la investigación se confirmó como un femicidio frustrado.
Según detalló la Fiscal Johanna Irribarra, los primeros antecedentes indicaban que ambos involucrados se habían agredido, sin embargo, las diligencias permitieron establecer que la mujer fue brutalmente atacada con un arma cortopunzante, además de recibir múltiples golpes.
El imputado, quien se encuentra en prisión preventiva desde febrero de este año, ya contaba con un extenso prontuario policial e incluso había participado en una fuga desde el complejo penitenciario.
Durante la audiencia, la fiscal reveló la brutalidad del ataque, el cual dejó a la mujer con lesiones que pusieron en riesgo su vida: "Logramos determinar que la mujer fue agredida al interior del domicilio, sufriendo lesiones clínicamente graves: fractura nasal, fractura en el órbito ocular y en la parte superior del ojo, múltiples moretones y nueve puñaladas en distintas partes de su cuerpo", explicó la fiscal.
Además, la víctima se encontraba con su hijo lactante de apenas un año al momento de la agresión.
El delito de femicidio frustrado tiene una pena mínima de 10 años de cárcel, pero debido a la gravedad de los hechos, el Ministerio Público solicitará una condena de 15 años para el acusado.