Un profundo dolor embarga a la comunidad católica de Punta Arenas tras el robo y profanación que afectó a la capilla Santos Pedros y Santos Pablos, ubicada en Avenida Eduardo Frei, casi esquina Hornillas. Según expuso La Prensa Austral, el hecho quedó al descubierto la noche del sábado, cuando la encargada de la sacristía llegó a preparar la liturgia del domingo y se percató de los destrozos.
El primer contacto fue con el párroco de Santa Teresa de los Andes, Eduardo Ojeda Lamiré, y luego con el obispo Oscar Blanco, quien acudió personalmente a verificar el daño. De inmediato se realizó la denuncia a Carabineros, activando el protocolo correspondiente con la Fiscalía.
Entre los elementos sustraídos se cuentan un amplificador de sonido, velas, una túnica sacerdotal, planchas para las vestimentas litúrgicas y, lo más grave, la sustracción de hostias consagradas desde el sagrario.
Conmovida por el hecho, la feligresía se reunió ayer en masa en una misa de reparación, oficiada a las 13:00 horas por el padre Ojeda, quien asperjó agua bendita sobre la capilla y los asistentes, en un gesto de purificación y consuelo espiritual.
La comunidad, profundamente afectada, espera que se esclarezcan los hechos y que no se repitan actos que, además del daño material, afectan gravemente la sensibilidad religiosa y espiritual de quienes practican su fe en este espacio.
