El proyecto busca que las ceremonias o actos fúnebres se realicen exclusivamente en el cementerio o crematorio correspondiente, con un número reducido de asistentes.
El objetivo es restringir el espacio utilizado por las organizaciones delictivas. Además, se establece un plazo máximo de 24 horas para llevar a cabo el proceso funerario, lo que permitiría a las fuerzas de seguridad supervisar y controlar estas ceremonias de manera más efectiva.
El proyecto determina que el delegado presidencial regional será responsable de determinar si un funeral se considera de alto riesgo, basándose en un informe de Carabineros. Este informe tendrá en cuenta variables como los antecedentes criminales del difunto, su relación con bandas criminales y la cantidad de familiares directos con historiales delictivos.
Declaraciones del Presidente Boric
El Presidente Boric afirmó que no es aceptable que una ceremonia fúnebre termine en violencia, tiroteos, fuegos artificiales o disturbios que afecten a comunidades enteras.
Hizo hincapié en que, a pesar de la legítima tristeza que conlleva la pérdida de un ser querido, no se debe permitir que un funeral paralice un vecindario, cierre escuelas, bloquee calles o altere el tráfico de personas y vehículos.
Boric subrayó que no se permitirá que la cultura narco se naturalice en la sociedad y que se debe combatir con todas las herramientas disponibles. Destacó que la medida busca liberar el espacio público de este tipo de ceremonias y eliminar disparos al aire, uso de pirotecnia en plazas y perturbaciones violentas en estadios deportivos.
Declaraciones de la ministra Tohá
La ministra del Interior, Carolina Tohá, explicó que el Gobierno de Chile está tomando medidas serias y sistemáticas para abordar el narcotráfico y el crimen organizado. Afirmó que este proyecto se suma a los esfuerzos en curso y tiene como objetivo proporcionar a los chilenos la tranquilidad de poder vivir sin temor en sus vecindarios y esperar el transporte público con seguridad.
