El uso de uniformes escolares específicos de género para niños, niñas y adolescentes en las escuelas del país fue propuesto por un grupo de parlamentarios como un proyecto que pretende convertirse en ley.
Este cambio en los requisitos de vestimenta en las instituciones educativas fue propuesto por varios legisladores.
La medida es apoyada por las parlamentarias María Francisca Bello, Mercedes Bulnes, Lorena Fries, Javiera Morales, Marcela Riquelme, Camila Rojas, Clara Sagardia, Emilia Schneider, Consuelo Veloso y Gael Yeomans.
La idea legislativa apunta a que “parece contradictorio que los reglamentos internos de los establecimientos de educación exijan la utilización de uniformes diferenciados entre niños y niñas”. Esto señalan, según establece, el derecho a la igualdad en la Constitución.
En esa línea, agregan que “el presente proyecto tiene como objetivo eliminar este uso diferenciado por sexo de uniformes escolares. Esto con el objeto de fomentar la igualdad de herramientas en el aprendizaje y evitar la discriminación en el ambiente estudiantil, reconociendo además la existencia de niños, niñas y adolescentes que no se identifican con el sexo biológico con el que nacieron”.
El proyecto que busca alterar el uso de uniformes escolares en los colegios apunta que “el proceso escolar es un proceso de acompañamiento”.
Agregan que “se tiene como objetivo que los NNA se desarrollen integralmente”.
“Es esperable que los NNA tiendan de forma natural a explorar, jugar, conocer, experimentar en el ambiente escolar”, afirma el proyecto.
“No va en línea que se exija a niñas llevar un uniforme consistente en falda o jumper, el cual resulta incómodo”, dice el documento.
“Restringe el movimiento, provocando que niñas no puedan jugar con la misma libertad y comodidad que lo hacen los niños”, complementa el proyecto.
También se menciona la importancia del debate en torno al uso de ropa particular.
“No es acorde al espíritu de la educación, limitar las opciones de uniforme únicamente al sexo biológico de los NNA”, dice la iniciativa.
Complementa que eso se advierte “más aún tomando en consideración la creciente fuerza que toma el movimiento LGTBIAQ+ que cuestiona los roles de género”.
La Comisión de Educación discutirá el proyecto y luego decidirá si recomienda o no su aprobación a la Cámara.
