El viernes pasado, el ministro de Desarrollo Social, Giorgio Jackson, quien se encuentra bajo escrutinio debido al Caso Convenios, que ha generado controversia en Revolución Democrática, declaró que no tiene intenciones de dimitir de su puesto.
Esto surge en respuesta a las presiones que sugieren que el presidente Gabriel Boric debería considerar cambios en el Gobierno y realizar ajustes en su Gabinete.
“Estoy súper concentrado en las tareas propias del Ministerio de Desarrollo Social”, partió diciendo el secretario de Estado.
Asimismo, Jackson subrayó que en su función dentro del Gobierno, su enfoque no radica en su propio interés, “sino por un proyecto que es colectivo”.
Lanzó indirectamente un mensaje a quienes piden que sea removido, o que renuncie, a su cargo: “Estamos ante un régimen presidencial. Es el Presidente quien tiene la atribución (de decidir sobre los cargos)”.
“Yo voy a seguir trabajando, sin desviar el foco de atención a las labores que la ciudadanía está demandando”, complementó, dejando claro que su objetivo no es la dimisión.
En medio de la conmoción en torno al Caso Convenios, las instalaciones del Ministerio a cargo de Jackson experimentaron un robo de computadoras y una caja fuerte, en un incidente en el que intervino una llamada de alguien que pretendía ser él.
Indicó -a fines de julio- que “lamentablemente” eso se prestó “para muchas interpretaciones, incluso imputaciones de delitos, y yo creo son muy graves, calumnias de hecho. Yo estoy acá de buena fe, tratando de que todo se esclarezca”.
