Paula Añazco Galindo, es artesana, que hace cuatro años teje boinas solo para los Mercados Campesinos que organiza INDAP. “Me sirve para ganar unos pesos y también es mi entretención, ya no puedo andar acarreando mermeladas y bajar a Punta Arenas ni sembrar. Las boinas son más livianas y las puedo trasladar con mayor facilidad”, comenta la mujer criada en Frutillar, pero que lleva ya más de 38 años en una pequeña cabaña ubicada a 12 kilómetros al norte de Punta Arenas, en el loteo Vrsalovic.
Paula Añazco, pronta a cumplir 77 años, se especializó en hacer boinas, una le puede llevar hasta dos días de tejido. Lo más difícil es el diseño y trabajar la lana cruda, en un ritual riguroso que repite cada vez que inicia el proceso: lavar y escarmenar la lana, aislarla y después tejerla e incluso si es posible volver a lavar.
De ahí viene la etapa de los diseños, el que más buscan sus clientes, sobre todo los turistas, es el que tiene la bandera de Magallanes. Pero siempre está innovando, jugando con los palillos, creando formas, algunas que imitan el viento, otras a la estepa inmensa e insondable.
“Vendo solo en los Mercados Campesinos, las señoras de Las Vírgenes de la Covadonga (agrupación campesina) me invitan y siempre voy, es muy bueno y estoy muy agradecida por la oportunidad. Me da miedo vender en otros lados, tampoco ofrezco por teléfono. Ojalá cuando vuelvan los mercados, la gente me busque y compre mis boinas. Son bonitas y baratas”, afirma.
De momento teje y acumula boinas para tener disponibles al momento de abrirse nuevamente los Mercados Campesinos de INDAP. Las boinas de lana cruda las vende a 10 mil pesos y las con lana tradicional a 7.500 pesos. Según ella son las mejores y más baratas de Punta Arenas.
Mercados Campesinos son un aporte a la cultura y a la alimentación sana
El director regional (s) de INDAP, Gabriel Zegers, valoró la conexión directa que existe entre el consumidor y el agricultor en los Mercados Campesinos, “no hay intermediarios, ese intercambio cultural es de una riqueza inconmensurable. Es traer por un rato el campo a la ciudad y conocer de primera fuente las historias y el trabajo que hay detrás de cada producto, tal cual ocurre con el relato de Paula Añazco, ahí están las vivencias y experiencias unidas a la cultura de la zona”, precisó.
Las fechas y lugares de los Mercados Campesinos se darán a conocer oportunamente. “La idea es conseguir esta temporada un lugar permanente para acostumbrar al público, pero sin perder el foco y la necesidad de que la agricultura necesita un espacio definitivo a largo plazo”, aclaró.