En distintos sectores de Punta Arenas, más de 70 multicanchas han caído en el abandono y, lejos de cumplir su propósito recreativo y deportivo, se han transformado en espacios propensos al vandalismo, el consumo de alcohol y el deterioro urbano.
Tras su construcción, la falta de mantención por parte del municipio y el temor de las juntas vecinales a los destrozos han generado un deterioro progresivo en estas infraestructuras, que ahora presentan rejas oxidadas, muros rayados y acumulación de desechos.
Los habitantes de la ciudad han manifestado distintas propuestas para mejorar estos espacios y hacerlos más atractivos y seguros. “Quizás podrían ser menos canchas, pero más grandes y con mejor estética. No tan enrejadas, porque las rejas les dan un aspecto poco agradable. Techarlas sería una buena alternativa para usarlas en invierno”, comentó Claudia Márquez, vecina de Punta Arenas.
Otros vecinos han sugerido el uso de pasto sintético en vez de cemento, para reducir el riesgo de accidentes, así como mejor iluminación y vigilancia para evitar que se conviertan en focos de delincuencia. "Puede ser más bonito y seguro, pero si la gente no lo cuida, es imposible mantenerlo en buen estado. Ahora, sobre todo la juventud está haciendo mucho daño", expresó Mario Molines, otro residente.
La falta de mantención también ha provocado el crecimiento de maleza, lo que empeora aún más el estado de las canchas, dificultando su uso por parte de la comunidad.
El director de la Secretaría de Planificación Comunal, Cristian Barría, reconoció la problemática y aseguró que se están evaluando soluciones. “Hemos identificado 67 canchas en la ciudad. Primero, debemos determinar los daños en cada una para definir qué hacer. Hay muchas que requieren ser pintadas, cambiar rejas y mejorar la iluminación. Actualmente, estamos formulando un proyecto y esperamos presentarlo en el segundo semestre para conseguir financiamiento”, explicó Barría.
El proyecto aún está en una etapa temprana de planificación, por lo que las posibles mejoras recién podrían materializarse a fines de este año.
La comunidad plantea que estos espacios no solo sean áreas deportivas, sino también lugares de convivencia y recreación para todas las edades. La clave estaría en un diseño más estético, seguro y funcional, que evite el deterioro y fomente el uso familiar.
